Los chicos cantaron, actuaron y bailaron. La escuela estaba de fiesta, se vivió un clima de alegría entre damas antiguas, vendedores ambulantes y danzas. No faltaron los pastelitos ni
las empanadas.
La memoria de los pueblos se restaura todos los días. Saber de donde venimos es tarea de la familia y de la escuela. Como dijo León Gieco: "todo está guardado en la memoria".
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